Oposiciones docentes.

Terminado el plazo de presentación de solicitudes, ha comenzado la cuenta atrás para miles de opositores que se enfrentan, algunos por segunda, tercera... vez, a la tan temida prueba.

Hay muchas esperanzas puestas en conseguir una plaza, en ser funcionario. Suena como la panacea. Para los funcionarios no hay crisis, el sueldo no les faltará, aunque pueda quedar congelado, que en tiempos difíciles es lo de menos, peor es la incertidumbre de quedarse parado.

La biblioteca está llena de gente con las carpetas de diversas academias, empieza el momento en que todo el mundo se mira, intentando averiguar lo bien o lo mal preparado que está su contrincante.

Creo que la mejor forma de preparar esta oposición es haciendo una buena gestión del tiempo. Se sabe la fecha de los exámenes, que siempre son en junio-julio, cosa que facilita mucho la organización del estudio, se conocen las pruebas, el baremo de puntos, los cursos que hay que realizar... Es relativamente fácil llevar atados los cabos que dependen única y exclusivamente de uno mismo, el tema de la experiencia docente, de los puntos de los adversarios, el tribunal que te toque, no es controlable...

Ir de menos a más me parece fundamental, se trata de un proceso largo, es una carrera de fondo y ahora es la recta final, hay que haber dejado fuerzas.

Es el momento de centrarse, de estudiar muy bien los temas y preparar la defensa, disfrutando lo más posible del trabajo realizado y sin pensar en el resultado, que será el que corresponda.

Un trabajo bien hecho siempre tiene recompesa, así que lo que toca:

¡ESTUDIAR DISFRUTANDO Y DISFRUTAR APRENDIENDO!

¡SUERTE A TODOS Y A TODAS!