Hay miradas y miradas...

Hay miradas y miradas...

Hay miradas que no dicen nada, y las hay que lo expresan todo.

Hay miradas que matan y hay miradas que dan vida.

Hay miradas de niños que brillan y enciendan tú día (lo compruebo todas las mañanas al llegar al cole).

Hay miradas que te atraviesan el alma, por ser para ti especiales...

Hace poco tiempo, encontré una de esas miradas, ya había encontrado alguna otras veces, no muchas la verdad, y fue mágico.

Duró apenas tres o cuatro segundos, pero me pareció como media hora, y como si no hubiese nada más en el mundo, solo ese momento y solo esa mirada.

Sin decir nada, fue la sensación de que de ti sienten y saben todo, y que tú sabes y sientes todo del otro, como si de una conexión muy fuerte se tratara.

Es lo que sentí yo, y fue absolutamente maravilloso, tengo ese momento clavado en mi memoria.

"He visto una libélula y quería examinarla con más detenimiento. Ha cruzado volando mi camino como un sueño agitado, pero al cabo de un momento olvidé si estaba soñando con la libélula o ella estaba soñando conmigo" (Deepak Chopra).