Malecutos y maculetas.

Mi amigo Vicente perdió el domingo por la noche su vuelo de vuelta a Granada…
Ese hecho me hizo recordar la vuelta de mi reciente viaje a Edimburgo.
Resulta que volábamos muy temprano, a las 6.30 de la mañana, con lo cual teníamos que estar en el aeropuerto a las 5.00.
Nos levantamos a las tres y media, con ese madrugón las neuronas no patinan, están casi muertas.
Al llegar a la cola para el embarque, comenzamos a fijarnos en algunas cosas que nos hacían mucha gracia… Para empezar todas las personas de la fila tenían cara de sueño, los niños y niñas que había estaban despeinados, ¿porqué?, pues porque a esa hora, si eres un niño la cabeza te duele si tú madre un poco “jodida” por el madrugón, te mete el peine o cepillo sin compasión, si eres pequeño y lloras tan temprano muy fuerte, tú madre se agobia porque se oye en todo el vecindario, así que no te peina, por eso todos los niños iban con sus greñas. Otra cosa eran los modelos de la gente, como si se hubieran vestido a oscuras, había quien iba en zapatillas. Lo mejor, la cantidad de tipos de maletas o bolsos de viaje que hay, con tantos diseños, unos bonitos, otros no…
Pues eso, a las cinco de la mañana, habiendo dormido apenas tres horas y quedándote tela de tiempo para llegar a Sevilla si vuelas vía Málaga, hace que todo sea de risa.
Llegamos a Málaga, y fuimos a esperar nuestras maletas. La cinta tardó más de lo habitual en ponerse en marcha. Cuando lo hizo todas las maletas que empezaron a salir se caían, parecía que ellas solas se tiraban, había algún bestia que no ponía ningún cariño al hacer su trabajo. Un señor mayor las colocaba, y pensamos, “a ese hombre como poco mañana le da un lumbago, o le dice a su mujer ¡pues no sé qué me pasa que me duele un poco la espalda!”, su amigo al verlo también se animó, y ahí estaban ellos tan solidarios, tan competitivos y tan mayores… De repente salió el bolso que más nos había llamado la atención en el aeropuerto de Edimburgo, ¿porqué?, su diseño era curioso, de colores rosas y morados, con un dibujo entre lunares y flores, no era bolso, era una especie de macuto con ruedas… “pero las maletas son las que llevan ruedas, si pero eso será una bolsa con ruedas, pues a mí me parece incómodo con ese asa, tía si no es macuto ni maleta, a lo mejor es un malecuto, o mejor una maculeta, y ¿eso que viene?, eso es una mochila, pero con ruedas, ni mochila, ni maleta, ni por supuesto macuto, ¿será una mochileta, o una malechila?”, todas estas cosas las decíamos mi amiga Pili y yo sin parar de reir a carcajadas y llorando, con lágrimas verdaderas de risa. Las risas se acabaron cuando de repente se paró la cinta, y de nuestras tres maletas, maletas de verdad, solo había salido una…
Cuando te tomas la vida de forma positiva y te has reido tanto, no le das a las cosas más importancia de la que tiene, así que todavía con una sonrisa, fuimos a la oficina de información, nos mandaron a otra ventanilla, donde había una cola enorme de gente que no tenía sus maletas, macutos, mochiletas, malecutos, maculetas… seguíamos con lo nuestro… La cola se empezó a disolver en apenas diez minutos, la cinta había reiniciado su marcha, y ahí aparecieron nuestras maletas…
Es lo que pasa si tienes buen humor, parece que las cosas, sean del tipo que sean se resuelven antes.
¡Ríete de la vida, ríete de lo que tiene solución, no malgastes tú energía!
Pili te dedico a ti este post.