La semana pasada, una alumna de 6º curso me decía entre triste y preocupada (después de que la felicitara por una buenísima actitud ante un trabajo), que no se sentía capaz, que en el instituto la suspenderían, que no se veía estudiando una carrera, que no podría con tanto...Curiosamente, también me contaba que le gustaría ser maestra, médico o peluquera...
Estos días me he acordado mucho de ella, ¿porque con tan pocos años algunas personas se rinden, se sienten incapaces o no se creen lo mucho que valen?
¿Será porque no quieren responsabilidades, porque no se quieren esforzar, porque da igual dedicarse a una cosa o a otra en el futuro, porque se sienten inseguras?
Claro que da igual dedicarse a lo que sea, si es por decisión propia y te gusta...
Creo que a veces los adultos sembramos sin darnos cuenta inseguridades y miedos, cambiar estos patrones está en nuestras manos, ¿cómo?, dándonos cuenta de aquellas cosas que decimos del tipo "tú no vas a llegar a ninguna parte", valorando lo que los niños y niñas hacen bien, sirviéndonos de los errores para enseñar y no para reprender, transmitiendo formas de pensar en las que "el no puedo" no forme parte del vocabulario y sí el "tú puedes conseguir lo que te propongas con un poco de dedicación", ofreciendo modelos en los que la responsabilidad esté presente, motivando hacia el descubrimiento del mundo...
Te dedico un cuentito de Anthony de Mello y te doy una piruleta porque ¿sabes?, del mismo modo que hoy te han dado la nota de Lengua y has aprobado tu examen, conseguirás lo que te propongas, porque puedes hacerlo:
A un discípulo que se lamentaba de sus propias limitaciones le dijo el Maestro:
- "Naturalmente que eres limitado. Pero ¿no has caído en la cuenta de que hoy puedes hacer cosas que hace quince años te habrían parecido imposibles? ¿Qué es lo que ha cambiado?"
- "Han cambiado mis talentos"
- "No. Has cambiado tú"
- "¿Y no es lo mismo?"
- "No. Tú eres lo que tú piensas que eres. Cuando cambia tu forma de pensar, cambias tú".
A mi alumna que quiere ser maestra la pongo de vez en cuando a "practicar" con los pequeños... y no veas tú, se pone a reprenderles, a ordenarles, a controlarles en exceso, hasta tal punto que es a ella a la que tengo que darle el toque para que baje la voz. Y yo me pregunto: ¿ésa es la imagen que tienen de mí o de los maestros anteriores? ¿la del maestro guardián? a mí me ha hecho pensar mucho en estos meses, la verdad.
ResponderEliminarPor si acaso, trato de hablar tranquilamente las más de las veces, lo que no quita que de vez en cuando me tenga que exasperar.
Por cierto, por aquí algunos quieren ser carniceros... y con eso te digo todo en cuanto a sus expectativas.
Un beso, compi.
"Si trata a un individuo como es, seguirá siendo de esa manera. Pero si le trata como si fuera lo que podría ser, irá cambiando hasta llegar a serlo".
ResponderEliminar(Goethe)
Es verdad!!! Que imagen tendrán nuestros alumnos de nosotros? Por si acaso como tú dices Javier, más vale hablarles con tranquilidad, por su futuro y por el nuestro...
ResponderEliminarGracias anónimo!!!