Respirar, respirar, respirar… que acto tan sencillo!
La respiración es un proceso que nos permite extraer del aire, el oxígeno que nuestras células necesitan. Que generosidad la del aire!!!
Al inspirar tomamos el oxígeno y al espirar expulsamos los gases que no nos sirven.
La vida consiste en tomar y soltar, recibir y dar, momentos de intimidad que tienen que ver solo con uno mismo, como respirar.
Soltar lo que nos pesa, lo que nos sobra, es maravilloso, porque así podemos dar la bienvenida a cosas nuevas; dar lo mejor de nosotros también lo es, porque de este modo, recibimos mas y mas de lo mismo que damos.
Dar tiene mucho que ver con darse a sí mismo y con estar verdaderamente dispuesto a abrirse, con una actitud tierna, de cariño, amorosa, para permitir que pueda llegar hasta nosotros lo que hemos pedido, para permitir que llegue a nosotros el soplo de aire, que en el acto de inspirar es el regalo, y en el acto de la vida, es como si acabara de llegar el mejor amigo y se encontrara la puerta abierta de par en par para poder entrar, para ser recibido.
Hermosa metáfora la del amigo. Cierto es, abrirse a todo lo bueno para recibirlo.
ResponderEliminarUn saludo, Pep.
Hombre mañico!!! que tal? Ya nos lo decían, depende de nosotros el "Arte de permitir"...
ResponderEliminarMuaki!!!
Qué brillante comparación, Aurora. Imagínate si uno aguantara la respiración (si uno sólo recibiera)... llegaría el momento que tendríamos que soltar el aire (que dar), para poder otra vez a respirar.
ResponderEliminarPues sí... la respiración es necesaria, tanto la inspiración como la espiración.
Un beso
Javier,si aguantásemos la respiración explotaríamos,hay que soltar para volver a llenar, hay que soltar para dar lo más bonito que tenemos, hay que soltar para ir ligeros y dejar que entre aire nuevo, atendiendo a las señales, como dices tu!, hay que soltar para recibir.
ResponderEliminarAsí que suelto una sonrisa :) y te la doy!!!, jajaja!!!