Ahora sí... Por fin ha llegado el otoño.
Con las primeras lluvias, siento que la energía se renueva y se limpia.
Los colores verdes, amarillos, naranjas, marrones, que ahora empiezan a dibujarse, me recuerdan que tengo ganas de disfrutar de la calidez de una manta, de una sopa calentita, del olor a tierra mojada...
Esta semana he visto bandadas de cigüeñas partir hacia tierras más cálidas, todas a la vez, ¿quien les ha dicho que definitivamente se terminaba el calor?, ¿porqué no han marchado antes si el verano acabó hace un mes?
Siento unas ganas terribles de escapar al campo, de disfrutar del silencio, de la lentitud con la que funciona todo en plena naturaleza, como si no hubiera tiempo, todo sucede y ya está.
Maravillosa quietud, una vocecita me llama, se que iré, pronto.
Cuando hagas esa escapadita, no te lleves reloj...
ResponderEliminarUn beso compi
Vale!!! Mejor sin reloj, sin prisa, sin tiempo, solo estar...
ResponderEliminarUn beso para ti, Javier.